JUSTICIA

INJUSTICIA.
JUSTICIA

«Felices los que tienen hambre y sed de justicia (….)
Felices los que son perseguidos por practicar la
justicia»

¿Sientes algún sufrimiento al constatar tantas
injusticias a tu alrededor?

¿Fuiste perseguido alguna vez por tratar de que
hubiera más justicia?

La justicia no es cuestión de números y cantidades,
sino de amor.

No practiques la justicia para ser perfecto tú, sino
para que tu hermano no sea injustamente tratado.

Si buscas la justicia como un adorno para tu persona,
pronto te convencerás de que eres justo. Sí la buscas
escuchando a tus  hermanos, te sentirás en deuda
todos los días.

Cuídate de protestar contra la injusticias sociales,
ignorando tus injusticias personales.

La mayor injusticia la cometes cuando no amas.
Todas las otras injusticias son fruto y consecuencia
se ésta.

Pueden faltarte el dinero y el poder para suprimir
muchas injusticias, pero siempre tienes un corazón
para sufrirlas y una voz para denunciarlas.

Calar entre las injusticias que sufren los otros, alguna
vez puede ser prudencia, pero frecuentemente es
complicidad.

Es más fácil pedir a los débiles resignación ante las
injusticias que sufren, que exigir  la conversión de los
poderosos que los comenten.

Cristo prometió  la felicidad a los pobres, pero no les
predicó la resignación, sino la esperanza.

¿Qué hiciste hoy para que hubiera más justicia en el
mundo?