CONTIGO MISMO
. Cuando una persona está»convencida» de que es sorda,
actúa como sorda.
Cuando esta «convencida » de que es insensible al dolor,
soporta una operación sin sentir dolor.
Y cuando está «convencida» de que no puede o no vale
para algo determinado, es incapaz de hacerlo.
. Muchos profesores de piano aconseja pasar muchas
horas practicando » en la cabeza» lo que después han
de interpretar los dedos.
Y ellos es igualmente válido para cualquier tipo de
de actividad.
. Aveces te sientes deprimido, solo y con sensaciones
de vacío y de asfixia.
Necesitas «abrirte» a nuevos aires y a nuevos horizon-
tes. Necesitas desintoxicarte de ti mismo.
. Hablamos mucho de contaminación o de polución.
Pero pensamos sólo en el medio exterior y no en el
interior.
La peor es la contaminación y polución que nos pro-
vocamos nosotros mismos con nuestros propios
miedos, imaginaciones e ideas negativas.
. Repite con frecuencia:
-Cada día estoy mejor, cada día tengo más fuerzas.
Te sugiero esta «contra autosugestión» para com-
batir tanta autosugestión negativa que llevas
dentro.
. Mientras más alto sean tus ideales, más gran-
des son también las sombras que proyectan.
Y es normal que estas sombras te espanten.
. La soledad es una palabra ambigua.
La usamos como sinónimo de tristeza y nos
recuerda la persona abandonada.
Pero no pensamos que puede ser todo lo con-
trario, si la llenamos de la nueva vida que todavía
está por estrenar dentro de nosotros.
. Cuando deseamos ser felices, solemos dirigir la
mirada hacia afuera, hacia lo que tienen los demás.
Pero la dirección acertada es mirar hacia dentro,
hacia lo que tiene potencialmente bueno cada uno.
. Lo que «piensas» de ti mismo, es más que un simple
pensamiento.
Es una imagen motora, que va guiando y marcando
tu comportamiento en la vida.
Es el director de orquesta que llevamos dentro.
. De tu auto imagen subjetiva depende el que los otros
hombres te vean mejor o peor, capaz o incapaz.
Con felicidad o sin ella.
. La persona con éxito, empieza por tener una imagen
real y concreta de lo que le «gusta» ser o hacer.
Después, sabe bien, sin engaños, lo que «vale» y «puede»
hacer.
. Saber cómo somos y aceptamos tal como somos, es
el primer paso.
Pero no el único, ni el último.
El segundo paso, es cultivar nuestras buenas cualida-
des; y tratar , al mismo tiempo, de corregir nuestros
defectos.