Aprender a vivir – Para los demás

. Evita las faltas de educación  o groserías de cualquier
forma o estilo.
Por ejemplo, hablar en voz demasiado alta, a gritos o
a distancia.
Matan la intimidad de la convivencia.

. No tienes obligación  de complacer a todo el mundo
sólo porque te lo piden.
Has de comparar las necesidades y obligaciones que te
expongan los demás, con tus propias necesidades y
obligaciones.
 
No hay enemigos en el mundo.
Sólo hay, «posibles» enemigos a quienes  aún no hemos
sabido comprender.
Sólo hay amigos «escondidos «, a quienes  no hemos
llegado a poder conocer y amar.

. Dices «hola»al entra en un grupo, y te contestan auto-
maticamente con otros «holas».
Pero si la palabra es la misma, es muy distinto el tono
de voz y su significado.

. Mira a los ojos de los demás  es señal de nuestro interés
y de que les prestamos toda la atención.
Es también un buen camino para que el otro nos pueda
conocer y mirar nuestro interior.

. Te empeñas en cambiar a la otra persona.
Pero hasta que ésta no se convenza de que el cambio es
su única salvación, se aferrará  a su antiguo modo de ser 
y obrar.
¡Tan fuerte es el ligamen al pasado y tan difícil nos es
arriesgarnos a lo nuevo.

. Los  débiles se apoyan en los fuertes.
La lástima es que los débiles vivan toda la vida a costa
de los fuertes.
Y que los  que eran fuertes, algún día dejen de serlo, y luego
no reciban ayuda de nadie.

CONTINURÁ:

«Unidad con la Vida»

Bajo la apariencia superficial, todo está, no solo 
conectado con todo lo demás, sino con la Fuente
de toda la vida de la cual surgió . Incluso una piedra,
y más fácilmente una flor o un pájaro, podría  mostrarle
el camino de vuelta hacia  Dios, a la Fuente, a  usted mis-
ma. Cuando usted los mira o los sostiene  en sus manos
y los deja ser sin importarles  una palabra o una etiqueta
mental, surge dentro de usted una sensación  de sobre-
cogimiento, de asombro. La esencia de estos se comunica 
silenciosamente a usted y refleja  hacia usted de nuevo
su propia esencia.