¡Que el Niño Jesús, con su infinito amor y su bondad,
ilumine vuestro hogar, y lo colme de dicha y bendiciones!!! …
Amor, Paz y mucha Felicidad, son mis deseos para estas
Fiestas de Navidad y Año Nuevo.
Gracias a todos por estar escribiendo a esta amiga que
siempre busca maneras de compartir con ustedes, temas
de ayuda, reflexión y mucho mas.
Con cariño Tesy
APRENDER A VIVIR CON FELICIDAD
. Ser feliz, o más realistica mente, procurar ser
feliz, es hoy para nuestro mundo, una abliga-
ción, una necesidad.
Por eso debemos considerarlo como una vir-
tud, entre las primeras virtudes que deberíamos
cultivar.
. Para algunos, la felicidad es un estado de la mente,
en el que nuestros pensamientos se siente agradable
por algún tiempo.
Controlar el pensamiento y mantenerlo ocupado em
algo agradable, sería la llave de la felicidad.
. La felicidad es un don que se nos da con la vida, pero
que podemos temporalmente perder, antes de perder
la vida.
. U equipo de psicólogos de la Universidad de Harvard
estudió la correlación entre la felicidad y la criminalidad.
Su conclusión fue que el proverbio «gente que es feliz no
puede ser mala», es científicamente verdadero.
. Uno de los mejore regalos que podemos dar a otra
persona es ofrecerle compartir nuestra felicidad.
Los amigos suelen felicitarnos cada año el día
de nuestro santo.
Algunos también el día de nuestro cumpleaños.
Nos felicitan, porque tenemos aún el don de la vida.
. Es justo querer ser feliz sacrificando la felicidad de
otras personas y no dando en retorno.
El egoísta no merece ser feliz.
. Los que han llegado a contratar en su vida a una
persona feliz, han de cuidar mucho de no robarle
su felicidad.
. No basta que te ayudes tú mismo a ser feliz.
Siempre, para colmar la felicidad necesitarás que
te ayuden otras personas.
Y la primera, Dios.
. La felicidad es algo principalmente interior.
La producen las ideas, los sentimientos, las ac-
ciones, con respecto a uno mismo y con respecto
a los demás.
Y no depende tanto como creemos, del ambiente
y de las circunstancias.
.Nuestra desgracia está en que actuamos según
el viejo hábito de dar sólo importancia a los
acontecimientos que nos causa insatisfacción.
No por el hábito nuevo de descubrir y valorar
los acontecimientos que nos agradan.
Y deberíamos cambiar de hábito.
. A veces decimos: -«No tengo ilusión por nada».
En este caso, intenta la terapia de actuar «como
si» tuvieses ilusión.
Y escoge algunas «pequeñas cosas» como objeto
de tu ilusión: un libro, una carta, un disco, una
visita.
. ¿Por qué perdemos la ilusión por vivir?
Tal vez hemos intentado en vano conseguir que
otra persona cambie, que haga eso o aquello, sin
conseguirlo.
¿No habremos dedicado demasiado tiempo «al otro»,
y poco a nosotros mismos?
. Sueña con que tu felicidad pueda hacer feliz a los otros.
Pero no podrás forzar a nadie a ser feliz, porque depen-
de de cada uno.
Y menos aún, podrás conseguir que el otro sea feliz
«a tu manera».