Lo que el alimento es para el cuerpo físico, es lamedi-
tación para el espíritu. La meditación nutre al espí-
ritu con la fuerza de los planos superiores, y le permite
vivir unos instantes de verdadera realidad, muy dife-
rente de la realidad ilusoria que rodea al hombre y
lo aparta el verdadero sentido de la existencia.
La meditación eleva al hombre a los planos más suti-
les de conciencia y lo acerca a los maestros, que espe-
ran siempre estos momentos en que él aproxima sus
vibraciones a las de ellos, para instruírle y alimentar
su espíritu con la fuerza de la divinidad de la que son
portadores, para que él continúe así en su lucha por la
vida con una nueva visión y un enfoque diferente de su
enrgías, hacia objetivos cada vez más espirituales y por
lo tanto menos ilusorios. La meditación no sólo se realiza
en el silencio de la soledad, sino también en medio del tu-
multo y la agitación de la vida diaria. Todo aquello que
durante un instante del día dedica un pensamiento o una
acción a un objetivo espiritual, está meditando y cumpliendo
la Voluntad Divina. Está viviendo verdaderamente.
Y esos instante se pueden prolongar cada vez más en la vida
diaria, para hacer así de la existencia una obra dedicada al
Padre, un canto sempiterno creador.
La meditación no tendría sentido si no conduce a la práctica
de lo meditado, y su fuerza es sólo ilusoria si no se manifies-
ta en el pensamiento, palabra y obra del meditador. Así los
pasos a seguir en la alquimia espiritual han de ser:
Meditación y realización. Sólo así ha de dar su fruto la semilla
sembrada en el epíritu por el CREADOR, hasta ser también
manantial de vida infinita. La obra espiritual en el plano denso
no es más que la verdadera manifestación de la fuerza del
espíritu, que se impone sobre el pesado yugo de la carne
que lo mantiene prisionero, pero que le permite adquirir
la experiencia necesaria en los diferente planos de mani-
festación por los que ha de transportarse en su camino al
INFINITO. Es necesario que el discernimiento del espí-
ritu arroje alguna luz sobre el entendimiento del hombre,
para que ilumine entoces su pensamiento, palabra y obra,
y puedan estas sus tres manifestaciones estar al servicio
del verdadero sentido de la existencia:
LA EVOLUCION.
ESTA ES LA ENSEÑANZA EMANADA DEL TODO
CREADOR HAZ DE DICERNIR CON SABIDURÍA
PARA ENCONTRAR SU ESENCIA, Y PONER TODA
TU VOLUNTAD PARA REALIZAR CON AMOR.
-Palabras del maestro