Bajo la apariencia superficial, todo está, no solo
conectado con todo lo demás, sino con la Fuente
de toda la vida de la cual surgió . Incluso una piedra,
y más fácilmente una flor o un pájaro, podría mostrarle
el camino de vuelta hacia Dios, a la Fuente, a usted mis-
ma. Cuando usted los mira o los sostiene en sus manos
y los deja ser sin importarles una palabra o una etiqueta
mental, surge dentro de usted una sensación de sobre-
cogimiento, de asombro. La esencia de estos se comunica
silenciosamente a usted y refleja hacia usted de nuevo
su propia esencia.