«El guerrero de la luz medida»

Se sienta en un lugar  tranquilo de su tienda y 
entrega a la luz divina. Al hacer esto, procura
no pensar en nada; se desconecta  de la búsque-
da de placeres, de los desafíos  y de las revela-
ciones y deja  que sus dones y poderes se mani-
fiesten.
Aunque no los perciba en el mismo momento,
estos dones  y poderes  están cuidado de su vida,
y van influir en su quehacer cotidiano.
Mientras medita, el guerrero no es él sino una
centella del Alma  del Mundo.
Son estos momentos los que le permiten entender
su responsabilidad, y actuar de acuerdo con ella.
Un guerrero de la luz sabe que el silencio  de su
corazón  existe un orden que lo orienta.

 DE : Paulo Coelho

 

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