Por lo menos una vez al día me siento en silencio
y entro en mi interior para comunicarme con la
sabiduría y el conocimiento que están siempre ahí,
sólo a una respiración de distancia. Las respuestas
a todas las preguntas que alguna vez haré están allí
esperándome. Meditar en una alegría para mí. Me
siento en silencio, hago unas cuantas respiraciones,
me relajo y voy a ese lugar de paz que hay en mi in-
terior. Un rato después vuelvo al momento presente
descansada, renovada y preparada para la vida.
Cada día es una nueva y dichosa aventura porque
elijo escuchar a mi sabiduría interior, que siempre
está a mi disposición. Procede de la esencia de lo
que existe detrás del universo de tiempo, espacio
y cambio. Cuando medito conecto con la parte interior
profunda e inmutable de mí. Ahí soy energía, soy luz
soy la respuesta ya recibida.
Soy el Ser eterno que es aquí y ahora,
DISFRUTO DE MIS MOMENTOS DE MEDITACIÓN