Vocación

«Después subió a una montaña y llamóa su
lado a los que quiso. Ellos lo siguieron.»
Marcos 3,13

¿ Con qué criterios puedes elegir lo que hacer,
si no tienes en claro quiín eres y qué quieres ser?

La desorientación actual del hombre no se soluciona
multiplicando los centros de orientación vocacional,
porque el problema está en que muchos no saben
cómo ser hombres.

Tu primera vocación es tu llamado a ser hombre, una
persona humana; lo demás son modos y caminos.

Mientras no hayas proyectado tu vida como un
servicio a los demás, no tiene sentido que te pregun-
ten por tu vocación.

Si te atormentas preguntándote indefinidamente qué
quiere Dios de ti, pregúntate una vez a ti si quieres
algo seriamente, y tal vez eso sea lo que Dios quiere.

Más vale intentar distintos caminos, que cometer el
error de anularte por el miedo y nunca jugarte.

No esperes que Dios te dicte lo que quiere de ti,
porque ya te dijo que quiere libre y comprometido
por el amor con los otros. Ahora te toca a ti elegir y
decidir cómo hacerlo.

Si alguien pretende saber lo que Dios quiere para ti
pregúntale cómo lo sabe.

Si hoy estudias medicina y mañana decides ser
arquitecto, ¿dónde está lo malo o lo equivocado? Te
lo diré: ¡En que para una sociedad de consumo y
producción, tú no puedes perder el tiempo!
¡Y menos, postergar el momento en que produzcas
mucho y ganes mucho dinero!

—René Juan Teossero

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