VOZ

«El guardián les abre (puerta) y los ovejas escuchan
su vos(…) y lo siguen porque conocen su voz.»
Juan 10, 3-4

El tono de tu voz me dice más que tus palabras.

Escucha tu voz y sabrás mejor y sabrás mejor lo que
sientes si sólo atiendes el significado de tus palabras.

Tus palabras me dicen lo que piensas; tu voz me mues-
tra lo que sientes.

También los pueblos  tienen su voz. ¡Lástima que para
ser escuchados necesiten apelar al grito!

Más que hacerte portavoz del pueblo; ¡déjalo hablar y
exige que lo escuchen!

Hay voces que imploran, voces que mienten, voces que
lloras, voces que exigen, voces que adulan, voces que
ordenan, voces que ofenden, voces que acarician, voces
que confían… ¿ Qué dice tu voz?

Si empleas siempre el mismo de la voz, ¿ a qué sentimien-
to te quedarte pegado?

Si tienes el coraje de usar tu voz para decir la palabra de
tu pueblo, corres el riesgo de quedarte mudo.

Como Dios no hace oír su voz para desmentir a nadie,
tiene muchos portavoces que se contradicen.

 

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