Mar sin nombre y sin orillas,
soñé con un mar inmenso,
que era infinito y arcano
como el espacio y los tiempos.
Deba máquina a sus olas,
vieja madre de la vida,
la muerte, y ellas cesaban
a la vez que renacían.
Cuándo nacer y morir
dentro la muerte inmortal!
Jugando a cunas y tumbas
estaba la sociedad…
De pronto un pájaro errante
cruzó la extensión marina;
«Chojé…chojé…» repitiendo
su quejosa marcha iba.
Sepultó se en lontananza
goteando «Chojé…chojé…»
Desperté y sobre las olas
me eché a volar otra vez.
Gracias Isabel por compartir
este lindo Poema, besos de luz para ti.
Tesy